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Cirugía de Mohs: Una Solución Eficaz para el Cáncer de Piel

Autor:  Dr. Pablo Lespi

Fecha: 13 de Julio, 2024

La cirugía de Mohs es una técnica quirúrgica avanzada utilizada para tratar el cáncer de piel. Esta técnica se ha convertido en el estándar de oro para la eliminación de ciertos tipos de cáncer de piel debido a su alta tasa de curación y preservación de tejido sano. En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la cirugía de Mohs, su historia, aplicaciones, beneficios, riesgos y el futuro prometedor de esta técnica.

La lesión de piel es marcada en horas 12, 3, 6 y 9 para que pueda ser mapeada en el estudio de congelación.

La cirugía de Mohs, también conocida como cirugía micrográfica de Mohs, es un procedimiento especializado para tratar el cáncer de piel. Fue desarrollada por el Dr. Frederic E. Mohs en la década de 1930. La técnica implica la eliminación del cáncer de piel capa por capa, examinando cada capa bajo un microscopio hasta que no se detecten células cancerosas. Este enfoque permite la máxima conservación de tejido sano y asegura que los márgenes del cáncer estén completamente libres de células malignas.

Historia y Desarrollo de la Técnica Mohs

La historia de la cirugía de Mohs se remonta a varias décadas atrás, cuando el Dr. Frederic E. Mohs, un pionero en el campo de la cirugía dermatológica, desarrolló esta técnica en la Universidad de Wisconsin. Originalmente conocida como cirugía micrográfica quimioquirúrgica de Mohs, el procedimiento ha evolucionado significativamente con el tiempo.

Primeros Desarrollos

En sus inicios, la técnica de Mohs utilizaba una pasta de cloruro de zinc para fijar el tejido antes de su extracción y análisis. Este proceso era doloroso y requería múltiples visitas. Con el tiempo, la técnica se refinó, eliminando la necesidad de la pasta fijadora y permitiendo que el procedimiento se completara en una sola visita al quirófano.

Evolución en el Siglo XXI

Con los avances en la tecnología de microscopía y la comprensión del comportamiento del cáncer de piel, la cirugía de Mohs ha evolucionado para ser menos invasiva y más precisa. Hoy en día, los dermatólogos utilizan microscopios de alta potencia y técnicas de tinción avanzadas para examinar las capas de piel extraídas, asegurando que todas las células cancerosas se eliminen mientras se preserva el tejido sano.

La cirugía de Mohs se realiza principalmente para tratar cánceres de piel no melanoma como el carcinoma de células basales y el carcinoma de células escamosas. Estos tipos de cáncer son los más comunes y suelen aparecer en áreas expuestas al sol, como la cara, el cuello y las manos.

Indicaciones de la Cirugía de Mohs

  1. Carcinoma de Células Basales (CCB): El CCB es el tipo de cáncer de piel más común y suele aparecer en áreas expuestas al sol. La cirugía de Mohs es particularmente eficaz para los CCB recurrentes o los que tienen bordes indefinidos.
  2. Carcinoma de Células Escamosas (CCE): El CCE puede ser más agresivo que el CCB y también se encuentra comúnmente en áreas expuestas al sol. La cirugía de Mohs es ideal para los CCE que han regresado después de otros tratamientos.
  3. Melanoma In Situ: En algunos casos, la cirugía de Mohs también se utiliza para tratar el melanoma en sus etapas iniciales, conocido como melanoma in situ.
  4. Tumores con Bordes Difusos: Para los tumores que tienen bordes difusos o indistintos, la precisión de la cirugía de Mohs asegura una eliminación completa.

La preparación adecuada para la cirugía de Mohs es crucial para asegurar un procedimiento exitoso y una recuperación rápida. Aquí hay algunos pasos importantes que se deben seguir antes de la cirugía:

  1. Consulta Preoperatoria: El médico revisará el historial médico del paciente, incluyendo medicamentos actuales y alergias. Es importante discutir cualquier condición médica que pueda afectar el procedimiento o la recuperación.
  2. Medicación: Es posible que se indique al paciente suspender ciertos medicamentos, como los anticoagulantes, unos días antes de la cirugía para reducir el riesgo de sangrado.
  3. Instrucciones de Cuidado de la Piel: El médico puede proporcionar instrucciones específicas sobre cómo cuidar la piel antes del procedimiento, como evitar la exposición al sol y usar productos de cuidado de la piel específicos.

El procedimiento de Mohs se realiza en etapas cada una de las cuales implica la eliminación y el examen de una capa delgada de tejido. A continuación se detalla cada paso del proceso:

  1. Anestesia Local: El área alrededor del tumor se adormece con anestesia local para asegurar que el paciente no sienta dolor durante el procedimiento.
  2. Primera Extracción: Se extirpa una capa delgada de tejido canceroso. El tejido se tiñe y se mapea para su posterior análisis.
  3. Examen Microscópico: El tejido extraído se congela y se corta en secciones muy finas. Estas secciones se examinan bajo un microscopio para identificar la presencia de células cancerosas.
  4. Repetición del Proceso: Si se encuentran células cancerosas en los márgenes del tejido extraído, se repite el proceso de extracción y examen hasta que no se detecten más células cancerosas.
  5. Reconstrucción: Una vez que se ha eliminado todo el cáncer, se reconstruye el área tratada. Esto puede implicar suturas simples o procedimientos reconstructivos más complejos, dependiendo del tamaño y la ubicación del área tratada.


La cirugía de Mohs ofrece varios beneficios que la hacen superior a otros métodos de tratamiento del cáncer de piel:

  1. Alta Tasa de Curación: La cirugía de Mohs tiene una tasa de curación del 99% para los cánceres de piel primarios y del 94% para los recurrentes.
  2. Conservación del Tejido: Debido a que la cirugía de Mohs elimina el cáncer capa por capa, se conserva la mayor cantidad posible de tejido sano, lo cual es especialmente importante en áreas sensibles como la cara.
  3. Resultados Estéticos: La precisión del procedimiento minimiza el daño a los tejidos circundantes, lo que se traduce en mejores resultados estéticos y cicatrices menos visibles.


Como cualquier procedimiento quirúrgico, la cirugía de Mohs tiene riesgos y consideraciones que deben tenerse en cuenta:

  1. Sangrado y Hematomas: Algunos pacientes pueden experimentar sangrado o hematomas en el sitio de la cirugía.
  2. Infección: Aunque rara, existe la posibilidad de infección en el área tratada. Los médicos suelen prescribir antibióticos profilácticos para minimizar este riesgo.
  3. Dolor y Molestias: Es común experimentar dolor o molestias leves después de la cirugía, que generalmente se pueden manejar con analgésicos de venta libre.
  4. Cicatrización: Aunque la cirugía de Mohs minimiza el riesgo de cicatrices visibles, la cicatrización es inevitable. La mayoría de las cicatrices se desvanecen con el tiempo y con el cuidado adecuado.


El futuro de la cirugía de Mohs es prometedor, con continuos avances en tecnología y técnicas que mejorarán aún más su eficacia y accesibilidad. Algunas de las tendencias emergentes incluyen:

  1. Mejoras en la Tecnología de Imagen: El uso de tecnología de imagen avanzada permitirá una detección aún más precisa de las células cancerosas, mejorando la eficacia del procedimiento.
  2. Cirugía Guiada por Inteligencia Artificial: La inteligencia artificial tiene el potencial de mejorar la precisión de la cirugía de Mohs, ayudando a los cirujanos a identificar y eliminar células cancerosas con mayor exactitud.
  3. Educación y Capacitación: A medida que más médicos se entrenan en la técnica de Mohs, su disponibilidad y accesibilidad continuarán aumentando, beneficiando a un mayor número de pacientes.


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